Entrevista realizada a Manuel Carballal con motivo de la presentación de su Cuaderno de Campo nº 3.
Presentador- En casos de poltergeist, las últimas investigaciones nos llevan a Escocia y a Rusia ¿no?
Manuel Carballal- Si, a pesar de que tenemos la percepción de que esto de las intervenciones policiales sobre poltergeist es una cosa muy extraña, no es verdad, hay cientos de casos. Solo esta semana, en los últimos días y haciendo una búsqueda muy superficial, me he encontrado dos casos:
1.- En una pequeña aldea llamada Maraska, en Siberia, la policía siberiana recibe la llamada. Después de 48 horas de que la familia estuviese sufriendo fenómenos extraños, avisan a la policía. Como siempre, en cientos de casos, la policía se presenta en el domicilio. Se encuentran con los muebles por el suelo, electrodomésticos esparcidos, un cuchillo que sobresalía de la pared de la cocina. Y como no saben qué hacer y esto es una cosa que a mí me han repetido en muchas ocasiones montones de policías con los que he hablado, si no hay acto criminal, un acto delincuencial, la policía no sabe investigar fenómenos paranormales, así que se les ocurrió acudir a la iglesia ortodoxa rusa para pedir que un representante de la iglesia fuese a bendecir la casa. Eso es lo que hizo el sacerdote. Se bendijo la casa, pasó una noche allí, y aparentemente menguaron un poco los fenómenos pero luego se volvieron a reactivar. Y al mismo tiempo, fijaos si esto es algo habitual, que en Escocia, en la otra punta del mundo, en otro contexto religioso diferente, se produce exactamente lo mismo…
2.-También después de 48 horas en que una familia -en este caso cristiana, católica y además muy practicante- de Escocia, estén sufriendo fenómenos extraños, llaman a la policía. Acude una patrulla de la policía escocesa y ellos aseguran, -los agentes de policía que van inicialmente- que son testigos de cómo se producen unos fenómenos muy extraños ya que ven una ropa que sale de repente volando, unas luces que se apagan e incluso mencionan, y esto lo resaltan los titulares de prensa de forma un poco sensacionalista, la levitación de un perro. ¿Por qué la levitación de un perro? Porque la familia tenía un pequeño chihuahua y en cuestión de segundos sale volando y aparece en lo alto de un seto de 7 pies que vienen siendo unos dos metros y pico. Con lo cual, cuando la noticia llega a la prensa y de esto ahora hablaremos, de cómo se matizan estos casos de poltergeist, los jefes de estos agentes dicen “esto en una coña, nos están tomando el pelo” y acuden al lugar y ellos también son testigos.
P - Acabas de publicar un libro, porque ¿los policías son mejores testigos? O por lo menos eso hemos dicho cuando hemos hablado de OVNIS, que los pilotos son mejores testigos porque tienen una preparación especial… pero los agentes de policía, no. ¿Por qué son mejores testigos los agentes de policía?
M C – Porque los agentes de policía cuando pasan los años, cuando revisas casos clásicos, te das cuenta de que la memoria de un agente de policía está en la misma parte del cuerpo que la de un bombero, taxista o un fontanero, en el cerebro. Y no hay nada más falible que la memoria. Con el paso de los años y ahora escucharemos algún ejemplo, se olvidan fechas, se olvidan detalles, lo que nunca se olvida es lo que está en un informe policial. En este libro que mencionas yo he recogido 16, de los cientos de casos de intervenciones policiales en España, de guardia civil, mossos de escuadra… los 16 son casos españoles y cada uno de ellos a mi me ha dado una moraleja, me ha enseñado una cosa que yo no sabía. Es totalmente sorprendente…
Presentador- En casos de poltergeist, las últimas investigaciones nos llevan a Escocia y a Rusia ¿no?
Manuel Carballal- Si, a pesar de que tenemos la percepción de que esto de las intervenciones policiales sobre poltergeist es una cosa muy extraña, no es verdad, hay cientos de casos. Solo esta semana, en los últimos días y haciendo una búsqueda muy superficial, me he encontrado dos casos:
1.- En una pequeña aldea llamada Maraska, en Siberia, la policía siberiana recibe la llamada. Después de 48 horas de que la familia estuviese sufriendo fenómenos extraños, avisan a la policía. Como siempre, en cientos de casos, la policía se presenta en el domicilio. Se encuentran con los muebles por el suelo, electrodomésticos esparcidos, un cuchillo que sobresalía de la pared de la cocina. Y como no saben qué hacer y esto es una cosa que a mí me han repetido en muchas ocasiones montones de policías con los que he hablado, si no hay acto criminal, un acto delincuencial, la policía no sabe investigar fenómenos paranormales, así que se les ocurrió acudir a la iglesia ortodoxa rusa para pedir que un representante de la iglesia fuese a bendecir la casa. Eso es lo que hizo el sacerdote. Se bendijo la casa, pasó una noche allí, y aparentemente menguaron un poco los fenómenos pero luego se volvieron a reactivar. Y al mismo tiempo, fijaos si esto es algo habitual, que en Escocia, en la otra punta del mundo, en otro contexto religioso diferente, se produce exactamente lo mismo…
2.-También después de 48 horas en que una familia -en este caso cristiana, católica y además muy practicante- de Escocia, estén sufriendo fenómenos extraños, llaman a la policía. Acude una patrulla de la policía escocesa y ellos aseguran, -los agentes de policía que van inicialmente- que son testigos de cómo se producen unos fenómenos muy extraños ya que ven una ropa que sale de repente volando, unas luces que se apagan e incluso mencionan, y esto lo resaltan los titulares de prensa de forma un poco sensacionalista, la levitación de un perro. ¿Por qué la levitación de un perro? Porque la familia tenía un pequeño chihuahua y en cuestión de segundos sale volando y aparece en lo alto de un seto de 7 pies que vienen siendo unos dos metros y pico. Con lo cual, cuando la noticia llega a la prensa y de esto ahora hablaremos, de cómo se matizan estos casos de poltergeist, los jefes de estos agentes dicen “esto en una coña, nos están tomando el pelo” y acuden al lugar y ellos también son testigos.
P - Acabas de publicar un libro, porque ¿los policías son mejores testigos? O por lo menos eso hemos dicho cuando hemos hablado de OVNIS, que los pilotos son mejores testigos porque tienen una preparación especial… pero los agentes de policía, no. ¿Por qué son mejores testigos los agentes de policía?
M C – Porque los agentes de policía cuando pasan los años, cuando revisas casos clásicos, te das cuenta de que la memoria de un agente de policía está en la misma parte del cuerpo que la de un bombero, taxista o un fontanero, en el cerebro. Y no hay nada más falible que la memoria. Con el paso de los años y ahora escucharemos algún ejemplo, se olvidan fechas, se olvidan detalles, lo que nunca se olvida es lo que está en un informe policial. En este libro que mencionas yo he recogido 16, de los cientos de casos de intervenciones policiales en España, de guardia civil, mossos de escuadra… los 16 son casos españoles y cada uno de ellos a mi me ha dado una moraleja, me ha enseñado una cosa que yo no sabía. Es totalmente sorprendente…
P - Es complicado esto que dices porque si son casos similares, que te hayan dado una moraleja distinta…
M C – Es que… ¿Qué producen los accidentes de tráfico? Pues depende. Los accidentes de tráfico los pueden producir el mal estado de la calzada, el mal estado del vehículo, la meteorología, que el conductor va borracho… ¿Qué produce los poltergeist? Cuando profundizas en los casos, y repito yo aquí he recogido 16 ejemplos, te das cuenta de que hay un montón de letra pequeña, de cara B en los Poltergeist, y que obedecen a distintas circunstancias y te enseñan cosas diferentes. En España hay un concepto que es el de las “casas de duendes” que comienza en el siglo XVIII, principios del siglo XIX. Hay cientos de casas de duendes. Son esos casos en los que comienzan a producirse fenómenos extraños, golpes, ruidos… Muchas veces acudía la policía y hay muchos trabajos históricos sobre las casas de duendes o también llamadas casas tabú. A mí me gusta más este concepto. Nuestro compañero Juanjo Sánchez Oro, en un arco que va desde 1893 a 1936 documentó 48 casos. Pero hay trabajos… En su día tuvimos aquí a Carlos Montero Rocher hablando de la oleada de duendes entre 1934 y 1936. Pero el primer gran caso, por poner un origen, y que aparece en todos los medios especializados es el del “duende del Esparto”. En 1915 se produce el típico caso de poltergeist. En una casa empiezan a escucharse golpes extraños. La noticia se filtra -y este es un detalle importante, hay que tenerlo presente- a la prensa. Se avisa a la policía, se investiga y no se encuentra una solución… o si, porque el relato de este caso en todos los medios de comunicación, en todos los programas, sale lo mismo, pero todos se olvidan de que rastreando la hemeroteca, unos días después de que se produjeses todas esas noticias de cobertura nacional, salió un listado de subastas de pisos que iban a realizar en Valencia y aparece esta casa, porque esta casa era una herencia en la que había dos litigantes que aspiraban a ella. Uno era el propietario de la casa y protagonista de los fenómenos, y, había un segundo protagonista. Y una teoría que podríamos utilizar para explicar porque se producen los fenómenos, es que esa casa iba a ser subastada, pero si se convencía al otro litigante de que estaba embrujada quizá no entrase en la puja.
P- Intereses…
M C – Exacto y eso lo encontraremos después en casos mucho más recientes y muy sorprendentes. Pero es que además, en el caso del duende del esparto yo establezco un patrón, un esquema que se va repitiendo en otros casos similares. Hay un fenómeno original, que pueden ser golpes en las paredes, descripción de presencias, parálisis del sueño, hipnogogias, etc., que generan además sugestión en la familia. Pero es que se filtra a la prensa. La cobertura mediática de la prensa hace que empiecen a llegar oleadas de curiosos. Si tu comparas las fotos del duende del Esparto con las del duende de Zaragoza, son idénticas, es lo mismo.
P – Yo recuerdo por ejemplo de haber tenido a Bruno con el duende de Zaragoza muchísimo en el programa.
M C – Es que para Bruno el duende de Zaragoza es como para mí la Catedral de Santiago.
P – Tú libro “Causa de Denuncia: Poltergeist”, es un libro de poltergeist relacionados con casos de policía. Recopilas esos 16 casos que pueden ser muchos más pero que recoges esos 16 como ejemplo.
M C – Si pero porque esos 16 enseñan una moraleja. En este caso por ejemplo, la idea es que una subasta puede ser el móvil para un supuesto poltergeist. Hay otros casos que a mí me alucinan, por ejemplo toda la oleada que hubo en los años 1990, oleada ¿eh? Porque hubo un montón de casos en Extremadura. Es realmente alucinante y hay casos muy interesantes, por ejemplo el que se produce en Villafranca porque hay unos fenómenos extraños, la policía acude a la casa, la policía local en este caso, con lo cual su jefe directo es el ayuntamiento, es la alcaldía. Y aquí hay otra moraleja: como la policía es incapaz, se ve impotente para diagnosticar si un caso de poltergeist es paranormal o no porque, no hay actividad delincuencial, no están preparados para eso los policías, no estudian para hacer psicofonías o como hacer una investigación paranormal…
P- Aunque en un momento dado se haya agredido a una persona, no pueden hacerlo tampoco.
M C- Si hay una agresión, es otra cosa. En el caso de Villafranca ocurre lo mismo que luego ocurriría por ejemplo, hace muy pocos años, en el tanatorio de Ceuta. Lo que pasa es que en el tanatorio de Ceuta la iniciativa fue directamente del jefe de la policía y aquí fue de la alcaldía, que fue requerir los servicios de un parapsicólogo para que sea quien haga la investigación y redacte un informe oficial para el ayuntamiento, que en este caso fue un viejo amigo, Rafael Rivera Madariaga. Él fue el encargado.
Pero en esa oleada hay muchos más casos y hay otro que a mí me llamó mucho la atención: el de “El Monje Satánico” de Valverde de Leganés. En las fechas próximas a la festividad del pueblo varios vecinos describen haberse encontrado con un ser, una especie de ensotanado, -que es lo que era- cubierto por una especie de extraño sombrero en plena noche por las calles de Valverde de Leganés. Claro, les dio un susto de muerte. Lo contaron a sus vecinos, los vecinos a sus otros vecinos y de repente se generó una psicosis en el pueblo en la que todo el mundo buscaba al bicho este, al monje satánico. Tanto es así, qué –y esto me lo confirmó la policía- tanto la policía local como la guardia civil tuvieron que empezar a patrullar las calles para dar seguridad a los ciudadanos hasta que identificaron a ese monje satánico. Ese monje satánico era un vecino de Valverde que vivía en Madrid, y que había acudido en esas fechas por las festividades en que se celebraba el baile de disfraces y el iba disfrazado de monja. Con aquellos sombreros, los cornetes, tan pintorescos… Pero la moraleja de esta historia es que gracias a todo el entorno mediático que hubo en este caso –a mi me lo explicó uno de los policías que participó- unos años después los responsables del ayuntamiento de cultura se dieron cuenta de que toda aquella historia del monje satánico les recordaba una historia medieval que tiene su origen en el siglo XV y XVI y que se había olvidado a mediados del siglo XX con toda la inmigración que hubo de gente del pueblo para buscarse la vida. Tradición que se ha vuelto a recuperar y que desde 2016 se ha declarado de interés turístico regional. “La Fuga de la Diabla” o “Las Diablas” que se celebra ahora con mucho éxito en Valverde de Leganés tiene su origen en esta historia curiosa que tuvo a la guardia civil y a la policía de Valverde de Leganés buscando un fantasma por todo el pueblo.
Pero en esa oleada hay muchos más casos y hay otro que a mí me llamó mucho la atención: el de “El Monje Satánico” de Valverde de Leganés. En las fechas próximas a la festividad del pueblo varios vecinos describen haberse encontrado con un ser, una especie de ensotanado, -que es lo que era- cubierto por una especie de extraño sombrero en plena noche por las calles de Valverde de Leganés. Claro, les dio un susto de muerte. Lo contaron a sus vecinos, los vecinos a sus otros vecinos y de repente se generó una psicosis en el pueblo en la que todo el mundo buscaba al bicho este, al monje satánico. Tanto es así, qué –y esto me lo confirmó la policía- tanto la policía local como la guardia civil tuvieron que empezar a patrullar las calles para dar seguridad a los ciudadanos hasta que identificaron a ese monje satánico. Ese monje satánico era un vecino de Valverde que vivía en Madrid, y que había acudido en esas fechas por las festividades en que se celebraba el baile de disfraces y el iba disfrazado de monja. Con aquellos sombreros, los cornetes, tan pintorescos… Pero la moraleja de esta historia es que gracias a todo el entorno mediático que hubo en este caso –a mi me lo explicó uno de los policías que participó- unos años después los responsables del ayuntamiento de cultura se dieron cuenta de que toda aquella historia del monje satánico les recordaba una historia medieval que tiene su origen en el siglo XV y XVI y que se había olvidado a mediados del siglo XX con toda la inmigración que hubo de gente del pueblo para buscarse la vida. Tradición que se ha vuelto a recuperar y que desde 2016 se ha declarado de interés turístico regional. “La Fuga de la Diabla” o “Las Diablas” que se celebra ahora con mucho éxito en Valverde de Leganés tiene su origen en esta historia curiosa que tuvo a la guardia civil y a la policía de Valverde de Leganés buscando un fantasma por todo el pueblo.
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