Que funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía detengan a proxenetas africanos que utilizan la brujería para amedrentar a las prostitutas traficadas en Europa es habitual. Que agentes de la Guardia Civil abran una investigación sobre los restos de rituales mágicos encontrados en un cruce de caminos, cerca de una iglesia o cementerio, es ya rutinario. Casi cada semana se encuentran evidencias de ritos de santería, candomblé, umbanda o vudú en diferentes poblaciones españolas.
Sin embargo lo que la policía de Sharjah, uno de los siete Emiratos Arabes del Golfo Pérsico, se encontró en una playa el pasado 29 de octubre, resulta extraordinario. En un país donde la brujería está castigada con la pena de muerte, alguien dejó en las playas de Sharjah los restos de un ritual de brujería. Un melón, cubierto de un encantamiento escrito en árabe, con la caricatura de la víctima del maleficio, y clavos y uñas insertados en el fetiche, desafiaba a la Ley árabe que condena a muerte a los brujos en el siglo XXI.
Solo un mes y medio más tarde, en el otro extremo del mundo, el Gobierno de Ruanda ilegalizaba también la brujería, después de que, el pasado 16 de diciembre, se produjese un espectáculo asombroso, ante las cámaras de TV que retransmitían el partido de fútbol entre el Mukura Vctory y el Rayon Sports, de la Premier League.
En el minuto 38 de la segunda parte, el delantero visitante Moussa Camara remató al larguero. Frustrado, se acercó a la portería y dejó un pequeño objeto en la base del palo para hechizar la portería. En el minuto 52 de la segunda parte Camara remató de nuevo a puerta pero esta vez marcó gol.
La Federación ha anunciado, para asombro de los escépticos, que impondrá sanciones de tres partidos y multas de 100.000 francos ruandeses a los jugadores que utilicen la brujería en el campo, de cuatro jornadas y 200.000 francos ruandeses a los entrenadores. Además, a los clubs implicados se les restarán tres puntos, más una multa de 2.9 millones de francos ruandeses.
Moussa Cámara ha protagonizado la última portada en los informativos al vincular la brujería y el futbol. Antes que él fueron entrenadores de las selecciones mexicana o francesa, como Ricardo La Volpe o Raymond Domenech, quienes generaron titulares al descubrirse que consultaban con sus brujas o astrólogas de cabecera cada partido importante.
También conocido es el caso del delantero del Chelsea, el rumano Adrian Mutu, que advertido por unas brujas de que una antigua novia le había echado un maleficio, siempre sale al campo con un ritual de protección y unas hojas de albahaca escondidas en las botas…
Las extrañas creencias de deportistas de élite, en brujas y hechiceras no se limita al fútbol. En 2002 generó mucha polémica la dependencia que tenía el esquiador de élite Juanito Muehlegg de la curandera portuguesa Justina Agostinho.
Todo ello demuestra que, creamos o no en ellas, la brujas, haberlas haylas. Y en el siglo XXI más que nunca.
Las mujeres de conocimiento en distintas religiones:
CHAMANAS, MEIGAS, MAIS DE SANTO, MAMBOS… BRUJAS
Durante mis viajes he tenido la oportunidad de conocer personalmente a diferentes mujeres de poder, guías espirituales en sus diferentes comunidades, que practican una forma u otra de brujería, dependiendo de su contexto cultural.
Doña María:
En Haití las mambos son la contraparte femenina de los houngan (sacerdotes) o los bokor (hechiceros). Doña María lidera, como todos los houngan, una gran comunidad de creyentes, entre los que encontré líderes políticos, militares y policías. Además de las mambo (sacerdotisas), las hounsi o bailarinas oficantes en los rituales de vudú haitiano hacen el papel de médiums, siendo poseídas por los dioses (lóas) y transmitiendo a la comunidad sus mensajes.
Raquel Joana:
Como antagonista del cristianismo, y heredero de una religión lunar, lo lógico es que el liderazgo en las comunidades satánicas lo protagonicen mujeres como Raquel Joana. Sacerdotisa de una comunidad satánica en Barcelona, llegó a quedar finalista del premio literario “La sonrisa vertical”, por un libro de relatos eróticos “satánicos”.
Rosa Sánchez:
Mi madrina en el Palo Mayombe cubano. Sacerdotisa de la Regla de Ocha (santería) y de la Regla Conga (Palo Monte), en Trinidad, Cuba, es una profunda estudiosa de la religión afroamericana, y lidera una gran comunidad de creyentes en Cuba.
Dúzhi Ragchá:
Shamana siberiana perteneciente a la etnia tsatan. Hija y nieta de shamanas, es la mujer de conocimiento de un amplio radio de poblaciones en la frontera entre Siberia y Mongolia, donde pude asistir a algunos de sus rituales.
Guadalupe Jiménez Sanabria:
Tambien conocida como la Generala Nanita, nació en México DF el 19 de septiembre de 1904. El padre de Nanita, don Toribio Jiménez, era un sanador que lideraba una corriente de Danza Indígena Antígua y Medicina Tradicional Mexicana, llegando a tener en su casa hasta 10 camas de hospital para los enfermos que acudían a ella en busca de sanación. Nanita heredó de su padre el liderazgo de una de las comunidades de concheros más importantes de México.
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