Durante años, durante décadas, intentaron desacreditar todas las filtraciones, haciendo pasar a nuestros informantes por dementes o charlatanes, y sus revelaciones por simples leyendas urbanas… las historias que relataban eran demasiado aterradoras para ser ciertas. Pero en enero de 2017, y tras un largo proceso judicial, la CIA se vio obligada a facilitar a los internautas más de tres millones de documentos restringidos. En ellos encontramos el relato de todo tipo de experimentos amorales, intentando explotar militarmente los recursos de la hipnosis y otras técnicas. El objetivo: controlar la mente del enemigo.
Los informes desclasificados son ambiguos. Pretenden que, a pesar de haber invertido millones de dólares, durante varias décadas, y con la participación de los científicos más relevantes, no se obtuvieron resultados relevantes. Estamos a salvo. Nuestra mente continúa siendo nuestro último reducto de intimidad… ¿o no?
Según los expertos (médicos, profesores de la Universidad Complutense, psicólogos, etc) que el autor ha entrevistado para la elaboración de este informe durante las últimas semanas, la hipnosis es una técnica segura, en tanto “nadie que no quiera ser hipnotizado puede ser hipnotizado”. Esta es la versión oficial, y probablemente refleja la realidad… con algunos matices.
Y es que basta echar un vistazo a las noticias que se han publicado en la prensa internacional durante los últimos meses de este mismo año para descubrir informaciones originadas por fuentes oficiales (jueces, policías, etc), que parecen sugerir lo contrario.
Los informes desclasificados son ambiguos. Pretenden que, a pesar de haber invertido millones de dólares, durante varias décadas, y con la participación de los científicos más relevantes, no se obtuvieron resultados relevantes. Estamos a salvo. Nuestra mente continúa siendo nuestro último reducto de intimidad… ¿o no?
Según los expertos (médicos, profesores de la Universidad Complutense, psicólogos, etc) que el autor ha entrevistado para la elaboración de este informe durante las últimas semanas, la hipnosis es una técnica segura, en tanto “nadie que no quiera ser hipnotizado puede ser hipnotizado”. Esta es la versión oficial, y probablemente refleja la realidad… con algunos matices.
Y es que basta echar un vistazo a las noticias que se han publicado en la prensa internacional durante los últimos meses de este mismo año para descubrir informaciones originadas por fuentes oficiales (jueces, policías, etc), que parecen sugerir lo contrario.
Abusos sexuales, robos, inducción al suicidio…
En septiembre de 2016 la Justicia norteamericana condenaba a 12 años de prisión al abogado Michael Fine. Un proceso judicial más que pasó sin pena ni gloria hasta que, en enero de 2017 la cadena Fox8 y el diario New York Post tuvieron acceso a los vídeos que se incluían como pruebas en el sumario y los dieron a conocer. Y entonces el caso Fine adquirió una nueva dimensión…
En el juicio fueron admitidos como prueba los vídeos de cámara oculta grabados, con supervisión policial, por alguna de las víctimas del abogado, que aprovechaba sus profundos conocimientos sobre la hipnosis para sugestionar a sus clientas y someterlas a abusos sexuales.
En 2014, una de las clientas del bufete de Fine en Sheffield, que había acudido a él para que la asesorase en su divorcio, empezó a detectar cosas extrañas. Cada vez que visitaba al abogado, y en cuanto salía del bufete, se daba cuenta de que no recordaba nada de lo que le había dicho, y además notaba cosas extrañas en su ropa… el sostén mal abrochado, manchas en su ropa interior… Tras repetirse esos extraños sucesos en varias ocasiones decidió acudir a la policía, que tras reunir varios relatos similares de otras clientas de Fine, sugirió a la denunciante que colaborase llevando una cámara oculta en su próxima visita al abogado.
En el vídeo, filtrado ahora por Fox8 y New Yort Post, se aprecia con toda claridad como Michael Fine induce rápidamente a un estado de sugestión a la mujer, aprovechando sin duda una instrucción post-hipnótica implantada previamente. El amoral abogado susurra a su clienta:
“Cada vez que mencione la palabra 'placer', no podrás contenerte o cohibirte, tu cuerpo entero es un recipiente de placer". "¿Cuándo fue la última vez que hiciste el amor? "Cada vez que te toque, va a ser una sensación increíble. A la cuenta de tres no vas a ser capaz de controlarte a ti misma…”.
En ese instante los agentes de policía que estaba monitoreando la sesión a una prudente distancia, irrumpen en el despacho del abogado interrumpiendo la inducción y deteniendo al hipnotizador violador.
“Cada vez que mencione la palabra 'placer', no podrás contenerte o cohibirte, tu cuerpo entero es un recipiente de placer". "¿Cuándo fue la última vez que hiciste el amor? "Cada vez que te toque, va a ser una sensación increíble. A la cuenta de tres no vas a ser capaz de controlarte a ti misma…”.
En ese instante los agentes de policía que estaba monitoreando la sesión a una prudente distancia, irrumpen en el despacho del abogado interrumpiendo la inducción y deteniendo al hipnotizador violador.
Tan sorprendente como el anterior es el vídeo filtrado por la policía londinense recientemente, para solicitar la ayuda ciudadana en la identificación de un atracador. Hasta ahí todo normal. Lo extraordinario del caso es que el ladrón no utilizó una navaja o una pistola para obtener la colaboración de la víctima… sino la hipnosis.
En el insólito vídeo, grabado con el sistema de videovigilancia del establecimiento no tiene audio, pero se aprecia como un joven entra en la licorería de Aziz Haider y se dirige a él sin dejar de hablar, mientras toca ligeramente algunas partes de su cuerpo. De repente el Sr. Haider se queda totalmente inmovilizado, momento en el que el ladrón le sustrae todo el dinero y sale de la tienda. Solo en ese instante la víctima recupera la movilidad.
Sin embargo el caso más extraordinario de actuación judicial por un presunto delito cometido con hipnosis se produjo el pasado mes de abril. El día 25 de ese mes, el juez de instrucción de Tunuyán, Don Oscar Balmés, dictaba orden de prisión contra el Dr. Juan Muñoz (de 75 años), acusado de haber inducido el suicidio de su esposa, la profesora Mª del Carmen Solis (de 52 años)… a través de la hipnosis.
El 23 de abril de 2017 el servicio de urgencias de San Carlos (Argentina) recibía la llamada de un hombre que aseguraba haber encontrado el cuerpo de su esposa, ahorcado en el domicilio conyugal. Ese hombre era el mismo Dr. Muñoz, y la víctima, Carmen Solis.
Lo que inicialmente parecía un suicidio dio un brusco giro dos días después, cuando los familiares de Carmen Solís expresaron al juez instructor sus sospechas de que el Dr. Muñoz, médico forense especializado en hipnosis, hubiese podido haber influido en su esposa para inducirla al suicidio. Al parecer Solís había expresado a sus familiares su intención de separarse de su marido próximamente.
Inicialmente el juez Balmés ordenó el arresto domiciliario del Dr. Muñoz, sin embargo el pasado mes de junio dictó su ingreso en la cárcel provincial, lo que a juicio de los analistas podría sugerir que su acusación contra el hipnólogo podría tener más elementos de juicio de los inicialmente esperados. Y esto es algo insólito, porque según todos los expertos consultados inducir a una persona a que se suicide, a través de la hipnosis, es algo implanteable… ¿o no?
Según los documentos de la CIA desclasificados en enero de este año, ese era, precisamente, uno de los objetivos de sus investigaciones: buscar la forma de inducir al suicidio o al asesinato a través de la hipnosis. No de una forma directa, lógicamente, sino acentuando instintos naturales, y manipulando la percepción de la realidad del sujeto hasta convencerlo para quitarse la vida o quitársela a terceros…
A pesar de que los hipnólogos entrevistados insisten en que es imposible obligar a una persona hipnotizada a realizar algo que atente contra sus principios, las actuaciones de la policía y los jueces norteamericanos, británicos y argentinos, en los casos acaecidos los últimos meses, parecen sugerir lo contrario.
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